Interferencia política en el Servicio Postal de EEUU

En 2018, la crítica pública del ex presidente hacia el Servicio Postal de los Estados Unidos (USPS) planteó preocupaciones serias sobre intentos por parte de la administración de Trump para privatizar la agencia centenaria y vender una parte fundamental de la infraestructura del país. Y la amenaza de interferencia política e industrial en las operaciones del servicio postal solo ha aumentado mientras la nación lucha en contra de una pandemia letal que ha obligado a muchos estadounidenses a depender más que nunca del USPS, ya sea para la entrega de medicaciones o el regreso de las papeletas de votación a tiempo.

En la primavera de 2020, Trump amenazó que haría uso de su vetó para una propuesta de ley de alivio de coronavirus si tuviese fondos para el USPS que había estado batallando con dificultades financieras, y dirigió al Secretario de Tesoro Steven Mnuchin a retener un préstamo de $10 mil millones aprobado por el Congreso, resultando en meses de negociaciones prolongadas sobre las condiciones del préstamo. Mientras tanto, mientras las elecciones primarias tuvieron lugar a través del país, Trump y sus aliados comenzaron a hacer declaraciones alarmistas e infundadas sobre los peligros de fraude electoral producidos por un aumento en el uso del voto en ausencia. 

El nombramiento de un nuevo jefe de correos, Louis DeJoy, trajo consigo un número de cambios problemáticos. Antes de tomar la posición, DeJoy fue un recaudador de fondos principal de Trump, y fue el jefe de un almacén y empresa distribuidora New Breed Logistics, un negocio con una historia preocupante de prácticas antisindicales y con violaciones laborales. Debajo del liderazgo de DeJoy, el USPS comenzó a recortar las horas de operación de las oficinas postales a través del país. El nuevo jefe de correos también anunció planes para eliminar horas extras para empleados, y los dirigió a dejar el correo en los centros de distribución si eso retrasaría a los carteros a terminar sus rutas. 

A mediados del verano, los estadounidenses ya habían empezado a notar retrasos significativos en la entrega del correo. Con la elección de 2020 a solo meses — y como se ha de esperar con la elección, un aumento enorme en la votación por correo — los proponentes del derecho al voto han elevado la alarma sobre si todos los votantes van a poder emitir sus papeletas. American Oversight esta investigando cómo la pandemia ha impactado al USPS, y si es que y hasta qué punto la Casa Blanca está interfiriendo en las operaciones de la agencia o disminuyendo confianza en el voto por ausencia — ya sea en nombre de la industria privada o para beneficiar la reelección del presidente.

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